viernes, 12 de marzo de 2010

"Estamos demasiado centrados en los conocimientos a corto plazo"

10-3-2010

«Estamos demasiado centrados en los conocimientos a corto plazo»

Xavier Roegiers, Profesor de la Universidad de Lovaina

El experto belga considera que hay que ser más concreto a la hora de enunciar competencias

Doctor en Ciencias de la Educación y profesor en la Universidad Católica de Lovaina, durante más de 20 años consultor en ingenieria de la educación y la formación y titular de un apabullante currículo, intervino ayer en la primera sesión de las XVII Jornadas Pedagógicas que Ikastolen Elkartea desarrolla estos días en Vitoria, analizando desde una perspectiva realista y no exenta de sentido crítico la enseñanza basada en competencias, la supuesta panacea que han traído las últimas reformas educativas.
- Llevamos años oyendo hablar de competencias, pero no sé si los no especialistas tenemos muy claro qué son...
- Ha habido tantas interpretaciones y tantos enfoques de la educación basada en competencias que, ciertamente, hoy en día cuando se habla del tema entramos en una especie de nebulosa.
- ¿Cuál es su enfoque?
- Un enfoque contextualizado, porque no creo que se pueda ver la educación de una manera común para todos los sistemas educativos, y pragmático, porque no creo que la escuela se pueda cambiar de golpe, sino progresivamente. También es una aproximación política, porque para mí no tiene sentido reflexionar sobre un enfoque curricular si no se piensa en la eficacia y, sobre todo, en la equidad del sistema educativo.
- Su conferencia se centró en la evaluación. ¿Ese ese uno de los aspectos más complicados de la educación basada en competencias?
- Depende de lo que se entienda por competencia. Si una competencia es buscar información o respetar el medio ambiente o ser capaz de trabajar en equipo -es decir, eso que se llaman las competencias transversales-, está claro que nadie sabe muy bien cómo evaluarlas. Yo soy más partidario de utilizar enunciados de competencias que, sin renunciar a la complejidad, sean concretos y evaluables.
- ¿Es ese el enfoque que da a las competencias en su propuesta de pedagogía de la integración, que ha desarrollado en varios libros?
- Sí, en principio se basa en el desarrollo de las competencias básicas, y la integración está vista en el sentido de que los alumnos movilizan sus conocimientos, así como su saber hacer, para resolver situaciones complejas. Además, no es una aproximación que se dirige sólo a algunos profesores o algunos alumnos, sino a la totalidad de los mismos. Es muy exigente para el sistema educativo, pero está dando buenos resultados.
- En su visión, ¿se puede hablar de un equilibrio entre conocimientos y competencias, de manera que el sistema no produzca competentes ignorantes o, en el otro extremo, sabios incompetentes?
- Hay que verlo como un equilibrio dinámico, porque el equilibrio que podría ser deseable hace unos años no tiene que ser por qué serlo en la actualidad. Me interesa mucho todo lo relativo a la adquisición de herramientas que permiten al alumno aprender a tener perspectiva, a ser crítico, a argumentar, a ser reflexivo... Estamos demasiado centrados en conocimientos a corto plazo que se consumen rápidamente y no permiten ir muy lejos en la reflexión. Creo que estamos asistiendo a un cambio de paradigma. Venimos de uno en el que los saberes y la cultura eran la finalidad primera de la educación, y vamos hacia otro que es el de la acción combinada con la reflexión, en el que los saberes no son considerados un objetivo en sí mismo.
- En ese proceso de cambio, ¿no se está llenando el camino de etiquetas en ocasiones vacías de contenido y a menudo desconcertantes?
- Es cierto que se trabaja sobre enunciados que con mucha frecuencia son meras declaraciones de intenciones poco operativas. Ahí están las dificultades con las que se están encontrando quienes han convertido a las competencias transversales en eje fundamental de sus programas. Hay que desarrollarlas, sin duda, pero estudiando mejor cómo hacerlo y qué lugar deben tener en los programas de estudios. Porque, efectivamente, muchas competencias son etiquetas vacías de contenido, y creo que han perjudicado mucho al verdadero concepto de competencia. La cuestión está en saber si ese concepto va a permanecer o si lo sustituirá otro que exprese mejor las cosas. No sé qué va a pasar, pero es verdad que hoy en día hablar de enfoque por competencias no quiere decir gran cosa... (Diario Vasco)

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