La conselleria prevé reducir en un 75% las dotaciones de docentes para los programas de apoyo educativo del curso que viene en los institutos de la provincia.
Con el eco todavía en los oídos del recorte de los sueldos a los funcionarios públicos, anunciado esta semana por el presidente del Gobierno, el sector educativo se enfrenta en la provincia a un plan mucho más radical de reducción de aulas y profesorado que actualmente se dedican a los programas de refuerzo y apoyo escolar para el alumnado.
El departamento que dirige Alejandro Font de Mora necesita ahorrar gastos y, entre las medidas previstas de cara al curso que viene, contempla -de momento sobre el papel- la drástica supresión de hasta un 75% de la plantilla docente destinada a reducir los elevados índices de fracaso escolar. Estos índices sitúan a la provincia, dentro de la Comunidad Valenciana, como líder de los peores resultados a nivel nacional con un 40% de alumnos que no logra el graduado escolar, sólo por delante de los de Ceuta.
En principio la inspección tiene orden de planificar el curso que viene reduciendo el profesorado de los programas de compensación educativa (para los alumnos que se quedan atrás y engrosan las cifras del fracaso escolar).
La plantilla de 120 especialistas distribuidos actualmente en los 138 institutos de Secundaria se vería recortada en apenas 25 docentes de apoyo para toda la provincia, 5 por comarca o circunscripción.
De esta forma, en lugar de 30 profesores de apoyo con que cuentan ahora por ejemplo en la Vega Baja, se quedarán 5, y así en cada área: l'Alacantí, Medio y Alto Vinalopó, Las Marinas, l'Alcoià-Comtat y la citada Vega Baja.
Adiós a los desdobles
La medida implica la eliminación de los desdobles de grupos de alumnos, práctica empleada por los centros para reducir las elevadas ratio de alumnos por aula que soportan las aulas y propiciar, a un tiempo, una atención más personalizada a aquellos estudiantes que necesitan recuperar materias instrumentales o básicas en su aprendizaje: Matemáticas, Lengua e Inglés.
"Son programas muy potentes que permiten formar grupos de alumnos flexibles, de lo que se beneficia toda la Secundaria en su conjunto porque favorecen la reducción de la ratio en general desde primero hasta tercero de la ESO", concretan desde la dirección de uno de los institutos que ya ha recibido un avance sobre las reducciones que debe aplicar. "Aquí perderíamos la mitad del personal de apoyo, de cuatro profesores nos quedaríamos con dos", se lamentan.
Los centros funcionan habitualmente desdoblando las aulas de Secundaria con un tercer profesor para cada dos grupos de alumnos o aulas. "Es fundamental para favorecer la integración, el sentimiento de pertenencia al centro y las pautas de convivencia. Se trata de alumnos cuyas familias no tienen capacidad económica para pagar un monitor propio y si uno se retrasa influye en la clase".
En otro de los institutos consultados no pueden concebir que algo así vaya a suceder: "Sigo confiando en la cordura de la Administración. No creo que vaya a hacer pagar sobre los más débiles del sector educativo la crisis del sector financiero", ironizan. En general, el profesorado apunta que si se suprimen los desdobles, la pretendida mejora de la calidad educativa se quedará en eso, "pretendida". "Resulta alucinante y de una absoluta falta de coherencia. No es soportable condenar a los alumnos que más lo necesitan".
Clases de valenciano mixtas
Otro de los frentes sobre los que la Conselleria de Educación baraja actuar, con la misma intención de ahorrar fondos, se dirige a las aulas de enseñanza en valenciano.
La inspección educativa también ha recibido instrucciones para que los institutos agrupen en una misma clase a estudiantes que cursan tanto el programa de incorporación progresiva en la lengua (PIL) como el de inmersión (PEV).
Si esta medida se lleva acabo, los alumnos apuntados a la inmersión completa no podrían cursarla adecuadamente al tener que compartir la enseñanza en lengua valenciana con otros estudiantes que no la dominan tanto porque su intención es ir aprendiéndo el idioma progresivamente, de forma que combinan asignaturas en valenciano y en castellano.
El año pasado ya se adelantó un cierto recorte de grupos de alumnos de valenciano poniendo mixtas algunas aulas de Bachillerato pero para el siguiente se pretende generalizar la medida en la ESO.
(Diario Información)
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