03-08-2010
Barcelona - Las escuelas e institutos de Cataluña gozarán de más autonomía y las direcciones podrán decidir, por ejemplo, cómo se agrupan los alumnos y cómo se organizan las asignaturas, además de tener capacidad para seleccionar a una parte del profesorado e imponer sanciones.
Éstas son algunas de las novedades que introduce el decreto de autonomía de los centros educativos que el gobierno catalán ha aprobado hoy en su última reunión antes de las vacaciones de verano, y que configura una de las piezas fundamentales de despliegue de la Ley de Educación de Cataluña (LEC).
El decreto busca contar con direcciones de centros fuertes que tiren adelante proyectos educativos sólidos con la convicción de que de esta manera se conseguirá mejorar los resultados educativos, según el departamento de Educación.
De esta forma, las direcciones asumirán ámbitos de gestión que hasta ahora eran competencia del departamento de Educación y tendrán más capacidad de decisión tanto en el ámbito pedagógico como en el de la gestión.
En este último, destaca su autonomía para seleccionar una parte del profesorado a través de una comisión de selección y la selección de los docentes sustitutos a partir de una lista establecida, uno de los puntos más polémicos por el rechazo frontal de los sindicatos.
La dirección podrá también imponer sanciones a los docentes por faltas leves o proponer la incoación de un expediente por falta grave, y se les da autonomía para decidir los cargos de responsabilidad que necesitan.
En el ámbito pedagógico, tendrán capacidad para decidir, por ejemplo, como se agrupan los alumnos del centro (no tendrán que seguir obligatoriamente el criterio de la edad), como se organizan las asignaturas y el tiempo que se les dedica (con la única limitación de las horas totales por materia y etapa educativa), e incluso introducir una nueva materia.
Cada centro deberá además elaborar en un plazo de cuatro años un proyecto educativo en el que fijarán sus objetivos académicos y sus prioridades.
La Agencia de Evaluación de la Educación de la Generalitat será la encargada de evaluar en qué medida se cumplen los objetivos fijados en el proyecto educativo y se evaluará tanto a los centros, como al profesorado y a la dirección.
La Generalitat podrá revisar, en función de los resultados, los proyectos educativos de las escuelas, sustituir a las personas con responsabilidades e incluso retirar los recursos adicionales que haya recibido un centro.
En el caso de resultados positivos, se reconocerá a la dirección y a los docentes de los centros con mérito y grados en su carrera profesional, lo que implica también un incremento del sueldo.
Este decreto es la tercera pieza de un engranaje que completan el Decreto de Evaluación y el Decreto de Direcciones que todavía no se han aprobado definitivamente y que desarrollan la Ley de Eduación.
La oposición a la política educativa de la Generalitat desde la aprobación hace ahora poco más de un año de la LEC ha llevado a los sindicatos de docentes a convocar cuatro huelgas en los dos últimos años.
El gobierno catalán también ha aprobado hoy el decreto de ordenación de 0 a 3 años, que incide en el carácter educativo de esta etapa y pone énfasis en la colaboración entre familia y escuela. (ABC)
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